martes, 27 de abril de 2010
Alfred Reginald Radcliffe-Brown
(Birmingham 1881-Londres, 1955) Antropólogo británico. Junto a sus investigaciones etnográficas sobre los pueblos de las islas Andamán, Australia, Polinesia y África, destaca su trabajo como teórico, centrado en el concepto de función entendida con un sentido sociológico frente al funcionalismo biológico de Malinowski. Sus análisis sobre las relaciones de parentesco en las sociedades arcaicas, en los que aquéllas aparecen en estrecha relación con la organización social, le convirtieron en uno de los precursores del estructuralismo. Entre sus obras destacan La organización social de las tribus australianas (1931) y Estructura y función en las sociedades primitivas (1952).
Ann Ward Radcliffe
(Londres, 1764- id., 1823) Escritora británica. Es una de las principales representantes de la novela gótica. Sus obras más célebres son: La novela del bosque (1791), Los misterios de Udolfo (1794) y El italiano, o El confesionario de los penitentes negros (1797).
Radama II
(1830-1863) Rey de Madagascar (1861-1863). Abrió la isla a la influencia europea. Devolvió el puerto de Imerina al comercio con las potencias coloniales y frenó las persecuciones contra los cristianos. Una reacción de los aristócratas hovas contra su política de reformas provocó su asesinato.
Radama I
(1791-1828) Rey de Madagascar (1810-1828). Fundador de la dinastía merina, luchó por la unificación política de la isla con la ayuda británica. Ocupó Imerina y la costa oriental y, aconsejado por misioneros protestantes europeos, modernizó el país.
Charles Racquet
(París, 1597- id., 1644) Organista y compositor francés. Organista de la catedral de París, viajó por Alemania y fue un distinguido maestro de su instrumento y de laúd. Es autor de música para su instrumento.
Emil Racovita
(Iasi, 1868-Bucarest, 1947) Biólogo rumano. Investigador de la fauna litoral y pelágica, se especializó en el estudio de los animales cavernícolas y fue el primer biólogo que analizó las condiciones de vida de estos seres, su reproducción y su distribución geográfica. Su obra Ensayos sobre los problemas bioespeleológicos (1907) estableció las bases de la bioespeleología.
Arthur Rackham
(Londres, 1867-Limpsfield, 1939) Ilustrador británico. Sus dibujos a la acuarela se caracterizan por líneas claras y sinuosas y coloridos brillantes y delicados, con los que ilustró Peter Pan, Cuentos de Andersen, etc.
Luis Racionero
(Seu d'Urgell, 1940) Escritor español. Se licenció en Ingeniería Industrial y en Ciencias Económicas en Barcelona. Le fue otorgada una beca Fullbright, y se doctoró en Urbanismo en Berkeley. De vuelta a su país ha realizado múltiples proyectos urbanísticos, tanto públicos como privados, y en paralelo ha ejercido como docente en la Escuela de Arquitectura de Barcelona y en la Facultad de Económicas.
En 1978 se estableció en el Ampurdán (Gerona) para dedicarse exclusivamente a la literatura. Ha cultivado el ensayo y la ficción, tanto en catalán como en castellano. Entre sus obras narrativas destaca: Cercamón (1982); La forja de l'exili (La forja del exilio), de 1985; Raymon o el seny fantàstic (traducido como Raymon o la alquimia de la locura), de 1985; Els àngels quàntics (Los ángeles cuánticos), de 1986; La cárcel de amor (1996), por la que obtuvo el Premio Azorín de 1996; y La sonrisa de la Gioconda (1999), Premio de Novela Fernando Lara de ese mismo año.
Es autor de libros ensayísticos como Textos de estética taoísta (1975); Filosofías del underground (1977); Sistemas de ciudades y ordenación del territorio (1978); Leonardo da Vinci (1978); Del paro al ocio (1983), ganadora del Premio Anagrama de Ensayo; El Mediterráneo y los bárbaros del norte, de 1985; Arte y ciencia (1988); Florencia de los Médicis (1990); Atenas de Pericles (1993); Oriente y Occidente (1993); El arte de escribir (1994); Guía práctica para insatisfechos, valores, política, futuro (1997); El genio del lugar (1997); Tao Te Ching (1999), y El mediterráneo (1999). Racionero ha realizado además algunos cortometrajes, como La fiesta de los locos: una interpretación de H. Bosch, y Leonardo y el andrógino.
En 1978 se estableció en el Ampurdán (Gerona) para dedicarse exclusivamente a la literatura. Ha cultivado el ensayo y la ficción, tanto en catalán como en castellano. Entre sus obras narrativas destaca: Cercamón (1982); La forja de l'exili (La forja del exilio), de 1985; Raymon o el seny fantàstic (traducido como Raymon o la alquimia de la locura), de 1985; Els àngels quàntics (Los ángeles cuánticos), de 1986; La cárcel de amor (1996), por la que obtuvo el Premio Azorín de 1996; y La sonrisa de la Gioconda (1999), Premio de Novela Fernando Lara de ese mismo año.
Es autor de libros ensayísticos como Textos de estética taoísta (1975); Filosofías del underground (1977); Sistemas de ciudades y ordenación del territorio (1978); Leonardo da Vinci (1978); Del paro al ocio (1983), ganadora del Premio Anagrama de Ensayo; El Mediterráneo y los bárbaros del norte, de 1985; Arte y ciencia (1988); Florencia de los Médicis (1990); Atenas de Pericles (1993); Oriente y Occidente (1993); El arte de escribir (1994); Guía práctica para insatisfechos, valores, política, futuro (1997); El genio del lugar (1997); Tao Te Ching (1999), y El mediterráneo (1999). Racionero ha realizado además algunos cortometrajes, como La fiesta de los locos: una interpretación de H. Bosch, y Leonardo y el andrógino.
Jean Racine
(La Ferté-Milon, Francia, 1639-París, 1699) Dramaturgo francés. Huérfano desde muy joven, fue educado por sus abuelos en la tradición jansenista. Estudió en las escuelas de Port-Royal de 1655 a 1658, año en que inició sus estudios de filosofía en el colegio D´Harcourt de París. A medida que se alejó de la influencia de sus antiguos maestros se introdujo en círculos de literatos y vividores y compuso, entre 1659 y 1660, una oda y dos tragedias que se han perdido. Permaneció hasta 1663 en Uzès, donde inició la carrera eclesiástica, tal como deseaba su familia, pero acabó por abandonar los estudios y marchó a París con la intención de dedicarse a la literatura.
Sus primeras obras, La Tebaida y Alejandro, fueron representadas por la compañía de Molière, y, aunque no cosecharon un éxito espectacular, sí le valieron cierto renombre. Descontento con el montaje de la segunda, Racine la encargó luego a la compañía del Hôtel de Borgoña, rivales de Molière, lo cual fue el origen del conflicto entre ambos. El año 1666 marcó el principio de otra larga polémica, esta vez entre el dramaturgo y Port-Royal.
En 1667, el Hôtel de Borgoña, que sería desde entonces la compañía habitual de Racine, presentó Andrómaca, la primera de sus grandes obras, con la que se convirtió en un serio rival para el famoso y consagrado Corneille. Desde este momento surgió en torno a ambos una controversia sobre sus talentos y méritos respectivos que dividió profundamente a la opinión pública. Partidarios de uno y de otro intercambiaron numerosos epigramas que movieron a Racine a contestar a sus detractores con Los litigantes, su única comedia. Británico, en 1669, fue considerado como un ataque directo a Corneille, pues trataba un tema familiar en la obra de éste; a pesar de su escaso éxito inicial, el apoyo del rey y de la corte suavizó las críticas y la obra acabó por triunfar.
En 1670, tras el fracaso del Tito y Berenice de Corneille, Racine impuso su Berenice, sobre el mismo tema, cuyo éxito lo consagró como trágico real. Siempre respaldado por la aristocracia, alcanzó la cumbre de su gloria literaria entre 1672 y 1675 (Bayaceto, Mitrídates, Ifigenia). Su carrera culminó con su admisión, en 1672, en la Academia Francesa. En 1676 publicó una recopilación de sus obras completas que incluía ciertas modificaciones de los textos.
Al año siguiente, Fedra marcó su reconciliación con los maestros de Port-Royal, después de una profunda crisis interior. En la obra se advertían rasgos de la moral jansenista, y fue ocasión para un desafío literario, tal como era habitual en la época: los enemigos de Racine encargaron a Nicolas Pradon, un joven autor, una pieza sobre el mismo tema; gracias al apoyo del duque de Nevers, la obra de Pradon obtuvo cierto éxito, lo cual disgustó al afamado dramaturgo. Luego, le fue atribuida erróneamente la publicación de un soneto satírico en contra del duque de Nevers, lo que le acarreó graves problemas.
Se casó en 1677 y, nombrado historiógrafo de Luis XIV, abandonó el teatro por doce años para dedicarse a su familia y a la educación de sus hijos. Durante este período se dedicó a escribir poesía religiosa y una Historia de Port-Royal (que no se publicó hasta 1767); su labor como historiógrafo ha desaparecido por completo. Sólo escribió para el teatro dos piezas más: Ester y Atalía, ambas sobre temas bíblicos y por encargo de Madame de Maintenon, en beneficio de las alumnas del internado de Saint-Cyr.
Ya cerca del final de su vida, perdió el favor del rey, que le reprochaba sus amistades jansenistas. Murió a causa de un absceso en el hígado y fue inhumado, conforme a su voluntad, en el cementerio de Port-Royal. En 1711, sus restos mortales fueron trasladados junto con los de Blaise Pascal a Saint-Étienne-du-Mont.
Sus primeras obras, La Tebaida y Alejandro, fueron representadas por la compañía de Molière, y, aunque no cosecharon un éxito espectacular, sí le valieron cierto renombre. Descontento con el montaje de la segunda, Racine la encargó luego a la compañía del Hôtel de Borgoña, rivales de Molière, lo cual fue el origen del conflicto entre ambos. El año 1666 marcó el principio de otra larga polémica, esta vez entre el dramaturgo y Port-Royal.
En 1667, el Hôtel de Borgoña, que sería desde entonces la compañía habitual de Racine, presentó Andrómaca, la primera de sus grandes obras, con la que se convirtió en un serio rival para el famoso y consagrado Corneille. Desde este momento surgió en torno a ambos una controversia sobre sus talentos y méritos respectivos que dividió profundamente a la opinión pública. Partidarios de uno y de otro intercambiaron numerosos epigramas que movieron a Racine a contestar a sus detractores con Los litigantes, su única comedia. Británico, en 1669, fue considerado como un ataque directo a Corneille, pues trataba un tema familiar en la obra de éste; a pesar de su escaso éxito inicial, el apoyo del rey y de la corte suavizó las críticas y la obra acabó por triunfar.
En 1670, tras el fracaso del Tito y Berenice de Corneille, Racine impuso su Berenice, sobre el mismo tema, cuyo éxito lo consagró como trágico real. Siempre respaldado por la aristocracia, alcanzó la cumbre de su gloria literaria entre 1672 y 1675 (Bayaceto, Mitrídates, Ifigenia). Su carrera culminó con su admisión, en 1672, en la Academia Francesa. En 1676 publicó una recopilación de sus obras completas que incluía ciertas modificaciones de los textos.
Al año siguiente, Fedra marcó su reconciliación con los maestros de Port-Royal, después de una profunda crisis interior. En la obra se advertían rasgos de la moral jansenista, y fue ocasión para un desafío literario, tal como era habitual en la época: los enemigos de Racine encargaron a Nicolas Pradon, un joven autor, una pieza sobre el mismo tema; gracias al apoyo del duque de Nevers, la obra de Pradon obtuvo cierto éxito, lo cual disgustó al afamado dramaturgo. Luego, le fue atribuida erróneamente la publicación de un soneto satírico en contra del duque de Nevers, lo que le acarreó graves problemas.
Se casó en 1677 y, nombrado historiógrafo de Luis XIV, abandonó el teatro por doce años para dedicarse a su familia y a la educación de sus hijos. Durante este período se dedicó a escribir poesía religiosa y una Historia de Port-Royal (que no se publicó hasta 1767); su labor como historiógrafo ha desaparecido por completo. Sólo escribió para el teatro dos piezas más: Ester y Atalía, ambas sobre temas bíblicos y por encargo de Madame de Maintenon, en beneficio de las alumnas del internado de Saint-Cyr.
Ya cerca del final de su vida, perdió el favor del rey, que le reprochaba sus amistades jansenistas. Murió a causa de un absceso en el hígado y fue inhumado, conforme a su voluntad, en el cementerio de Port-Royal. En 1711, sus restos mortales fueron trasladados junto con los de Blaise Pascal a Saint-Étienne-du-Mont.
Sergéi Rachmaninov
(Sergéi o Serguéi Vasilievich Rachmaninov; Oneg, Rusia, 1873-Beverly Hills, EE UU, 1943) Compositor, pianista y director de orquesta ruso, nacionalizado estadounidense. Aunque conocido a nivel mundial por el Concierto para piano núm. 2, Sergéi Rachmaninov ha sido relegado por algunos historiadores al papel de simple epígono del romanticismo y, en particular, de Piotr Ilich Chaikovski, compositor por el que siempre profesó una profunda admiración. Sin embargo, ello no es obstáculo para que la música del autor de las Danzas sinfónicas sea una de las más apreciadas por intérpretes y público, por su singular inspiración melódica y su emocionada expresividad.
Hijo de una familia de terratenientes, debió su temprana afición musical a su padre y a su abuelo, uno y otro competentes músicos aficionados. A pesar de sus extraordinarias dotes para la interpretación al piano, la composición fue desde el principio el verdadero objetivo del joven Rachmaninov.
No obstante, su carrera en este campo estuvo a punto de verse truncada prematuramente por el fracaso del estreno, en 1897, de su Sinfonía núm. 1. Este revés sumió al compositor en una profunda crisis creativa, sólo superada a raíz del Concierto para piano núm. 2, cuyo éxito supuso para él el reconocimiento mundial.
La revolución soviética puso fin a esta etapa, provocando su salida, junto a su familia, de Rusia. Suiza primero y, a partir de 1935, Estados Unidos, se convirtieron en su nuevo lugar de residencia. Si en su patria había dirigido sus principales esfuerzos a la creación, en su condición de exiliado se vio obligado a dedicarse sobre todo al piano para poder subsistir.
La carrera de virtuoso pianista que llevó a cabo desde entonces, junto a la profunda añoranza de su país, fueron dos de las causas que provocaron el notable descenso del número de obras escritas entre 1917 y 1943, el año de su muerte: sólo seis nuevas composiciones vieron la luz en ese lapso de tiempo, cuando en los años anteriores lo habían hecho casi cuarenta.
Hijo de una familia de terratenientes, debió su temprana afición musical a su padre y a su abuelo, uno y otro competentes músicos aficionados. A pesar de sus extraordinarias dotes para la interpretación al piano, la composición fue desde el principio el verdadero objetivo del joven Rachmaninov.
No obstante, su carrera en este campo estuvo a punto de verse truncada prematuramente por el fracaso del estreno, en 1897, de su Sinfonía núm. 1. Este revés sumió al compositor en una profunda crisis creativa, sólo superada a raíz del Concierto para piano núm. 2, cuyo éxito supuso para él el reconocimiento mundial.
La revolución soviética puso fin a esta etapa, provocando su salida, junto a su familia, de Rusia. Suiza primero y, a partir de 1935, Estados Unidos, se convirtieron en su nuevo lugar de residencia. Si en su patria había dirigido sus principales esfuerzos a la creación, en su condición de exiliado se vio obligado a dedicarse sobre todo al piano para poder subsistir.
La carrera de virtuoso pianista que llevó a cabo desde entonces, junto a la profunda añoranza de su país, fueron dos de las causas que provocaron el notable descenso del número de obras escritas entre 1917 y 1943, el año de su muerte: sólo seis nuevas composiciones vieron la luz en ese lapso de tiempo, cuando en los años anteriores lo habían hecho casi cuarenta.
viernes, 9 de abril de 2010
Rachis o Raqui
(c. 702- c. 760) Rey de los lombardos (744-749). Sucedió a Liutprando y reanudó la guerra contra Bizancio y también atacó Perugia, cuyo asedio levantó a petición del papa (740). Abdicó en su hermano Aistolfo, por instigación del papa y la presión ejercida por los expansionistas (749).
Mademoiselle Rachel
(Elisabeth Rachel Félix, Mumpf, 1821-Le Cannet, 1858) Actriz francesa. En 1838 entró en la Comedia Francesa y contribuyó al renacimiento de la tragedia clásica francesa. Se especializó en la interpretación de heroínas de Racine y de Corneille.
Señor de Racan
(Honorat de Bueil, señor de Racan; Sarthe, 1589-París, 1670) Poeta francés. Fue uno de los primeros miembros de la Academia francesa. Retirado de la vida social en su castillo de Turena, compuso Estancias sobre la vida retirada, compuestas alrededor de 1618, y de Pastorales (1625).
San Rábulas
(San Rábulas, Rábula o Rabbula; ?-Edesa, c. 436) Bautizado ya adulto, se hizo ermitaño. Nombrado obispo de Edesa (412), combatió a los nestorianos. La Iglesia siríaca le considera uno de sus más grandes santos. Fiesta el 17 de diciembre.
Itzak Rabin
Militar y político israelí (Jerusalén, 1922 - Tel Aviv, 1995). Identificado con el ideal sionista desde su juventud, estudió en una escuela agrícola de Galilea y entró a formar parte de la Hagana (ejército clandestino formado por los judíos durante los últimos años de dominación colonial británica en Palestina). Ascendido rápidamente, mandó un regimiento durante la Guerra de Independencia de 1948-49. Al terminar la guerra se dedicó a la carrera militar y participó en la segunda guerra contra los árabes de 1956.
En 1964 fue nombrado jefe de Estado Mayor, puesto desde el cual reorganizó el ejército israelí (Tsahal); a sus esfuerzos se debió -tanto como a los de su ministro de Defensa, Moshé Dayán- la victoria en la Guerra de los Seis Días (1967), que proporcionó a Israel la ocupación de los territorios de Cisjordania y Gaza, además de la península del Sinaí y los altos del Golán.
Después de esta tercera guerra, Rabin cambió la carrera militar por la política, ligado al hegemónico Partido Laborista de Israel. Desempeñó la embajada de su país en Washington de 1968 a 1973, tiempo durante el cual adquirió una visión amplia de las relaciones internacionales. Desde aquel puesto se ganó la confianza de la primera ministra Golda Meir, que le nombró ministro de Trabajo.
La cuarta guerra árabe-israelí (Guerra del Yom Kippur, 1973) hizo caer a Golda Meir, momento en que fue sustituida por Rabin, tanto al frente del partido laborista como del gobierno israelí (1974-77). Un escándalo político montado en torno a una compra de dólares realizada por su esposa Lea, le obligó a dimitir en favor de su rival dentro del partido, Shimon Peres. Aunque la victoria electoral del Likud en 1977 terminó con 29 años de poder laborista, Rabin siguió siendo diputado (reelegido en 1981).
Las luchas internas entre Peres y Rabin marcaron los años siguientes en la oposición. Reconciliado con Peres, aceptó formar parte como ministro de Defensa de los gobiernos de coalición presididos por Peres y Shamir a partir de 1984; y consiguió la unificación del partido que le proporcionó una nueva victoria electoral en 1992.
Nuevamente primer ministro, y apoyándose en Peres como ministro de Asuntos Exteriores, promovió un difícil acercamiento a los palestinos en busca de la paz en la región; la fórmula «paz a cambio de territorios» aspiraba a proporcionar a Israel unas fronteras seguras, una normalidad en las relaciones con los países vecinos y una aceptación por la comunidad internacional, a cambio de ceder a los árabes parte de los territorios conquistados en los sucesivos enfrentamientos bélicos.
Rabin venció su aversión a negociar con el líder de la Organización para la Liberación de Palestina, Yasser Arafat, a quien consideraba jefe de una banda terrorista; con grandes dosis de pragmatismo y contando con el aval de los Estados Unidos, aceptó las negociaciones secretas de Oslo con la OLP, que condujeron a los acuerdos firmados en Washington en 1993: Arafat regresó a Palestina como titular de un gobierno autónomo palestino con autoridad inicialmente sobre Gaza y Cisjordania, que posteriormente se iría extendiendo a otros territorios.
Sorteando los múltiples obstáculos que se oponían al proceso de paz (atentados de extremistas islámicos y judíos, oposición de la derecha israelí, retrasos y discrepancias sobre la organización de la retirada de los territorios ocupados…), Rabin firmó también la paz con el rey Hussein de Jordania en 1994. Sus esfuerzos fueron reconocidos con la concesión, junto a Arafat, del Premio Nobel de la Paz y del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1994. Pero el clima de revuelta contra las concesiones a los árabes, fomentado en Israel por la derecha nacionalista y por el integrismo judíos, acabaron provocando un atentado que le costó la vida cuando salía de un mitin en favor del proceso de paz.
En 1964 fue nombrado jefe de Estado Mayor, puesto desde el cual reorganizó el ejército israelí (Tsahal); a sus esfuerzos se debió -tanto como a los de su ministro de Defensa, Moshé Dayán- la victoria en la Guerra de los Seis Días (1967), que proporcionó a Israel la ocupación de los territorios de Cisjordania y Gaza, además de la península del Sinaí y los altos del Golán.
Después de esta tercera guerra, Rabin cambió la carrera militar por la política, ligado al hegemónico Partido Laborista de Israel. Desempeñó la embajada de su país en Washington de 1968 a 1973, tiempo durante el cual adquirió una visión amplia de las relaciones internacionales. Desde aquel puesto se ganó la confianza de la primera ministra Golda Meir, que le nombró ministro de Trabajo.
La cuarta guerra árabe-israelí (Guerra del Yom Kippur, 1973) hizo caer a Golda Meir, momento en que fue sustituida por Rabin, tanto al frente del partido laborista como del gobierno israelí (1974-77). Un escándalo político montado en torno a una compra de dólares realizada por su esposa Lea, le obligó a dimitir en favor de su rival dentro del partido, Shimon Peres. Aunque la victoria electoral del Likud en 1977 terminó con 29 años de poder laborista, Rabin siguió siendo diputado (reelegido en 1981).
Las luchas internas entre Peres y Rabin marcaron los años siguientes en la oposición. Reconciliado con Peres, aceptó formar parte como ministro de Defensa de los gobiernos de coalición presididos por Peres y Shamir a partir de 1984; y consiguió la unificación del partido que le proporcionó una nueva victoria electoral en 1992.
Nuevamente primer ministro, y apoyándose en Peres como ministro de Asuntos Exteriores, promovió un difícil acercamiento a los palestinos en busca de la paz en la región; la fórmula «paz a cambio de territorios» aspiraba a proporcionar a Israel unas fronteras seguras, una normalidad en las relaciones con los países vecinos y una aceptación por la comunidad internacional, a cambio de ceder a los árabes parte de los territorios conquistados en los sucesivos enfrentamientos bélicos.
Rabin venció su aversión a negociar con el líder de la Organización para la Liberación de Palestina, Yasser Arafat, a quien consideraba jefe de una banda terrorista; con grandes dosis de pragmatismo y contando con el aval de los Estados Unidos, aceptó las negociaciones secretas de Oslo con la OLP, que condujeron a los acuerdos firmados en Washington en 1993: Arafat regresó a Palestina como titular de un gobierno autónomo palestino con autoridad inicialmente sobre Gaza y Cisjordania, que posteriormente se iría extendiendo a otros territorios.
Sorteando los múltiples obstáculos que se oponían al proceso de paz (atentados de extremistas islámicos y judíos, oposición de la derecha israelí, retrasos y discrepancias sobre la organización de la retirada de los territorios ocupados…), Rabin firmó también la paz con el rey Hussein de Jordania en 1994. Sus esfuerzos fueron reconocidos con la concesión, junto a Arafat, del Premio Nobel de la Paz y del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1994. Pero el clima de revuelta contra las concesiones a los árabes, fomentado en Israel por la derecha nacionalista y por el integrismo judíos, acabaron provocando un atentado que le costó la vida cuando salía de un mitin en favor del proceso de paz.
Rabi'a al-Adawiyya o Ai-Qa'isiya
(?, 713-Basora, 801) Místico musulmán. Su doctrina aparece citada como referencia por los teóricos del sufismo. Predicó el ascetismo, la pobreza, la oración y la búsqueda de la intimidad con Dios.
Isidor Isaac Rabi
(Rymanow, 1898 - Nueva York, 1988) Físico norteamericano. Cursó estudios en las universidades de Columbia, Munich, Copenhague, Hamburgo, Leipzig y Zurich. En 1929 fue nombrado ayudante de cátedra y, más tarde, profesor de la universidad de Columbia, director del departamento de física y director adjunto del Laboratorio de Radiaciones del Instituto de Tecnología de Massachusetts.
En 1927, junto a Stern, introdujo nuevos métodos de observación de los espectros basados en la resonancia magnética atómica y de haces moleculares. A partir de este momento se abrió el camino para determinar con exactitud las propiedades magnéticas de las moléculas o núcleos atómicos; se calculó el momento magnético del electrón y se pudo probar la potencia de la teoría de la electrodinámica cuántica. Por estos trabajos se le otorgó el Premio Nobel de Física en 1944.
Mejoró el método de Otto Stern aumentando la exactitud de las mediciones en un factor 100, y descubrió que los momentos magnéticos de los átomos se deben a los giros en las órbitas y/o rotaciones propias (espín) de los electrones que rodean a los núcleos atómicos. Posteriormente investigó en el terreno del radar, aunque cada vez se vio más introducido en tareas administrativas y políticas. Fue presidente del Comité Consultivo General adscrito a la delegación de la UNESCO que fundó el CERN, laboratorio de Ginebra dedicado al estudio de la física de altas energías.
En 1927, junto a Stern, introdujo nuevos métodos de observación de los espectros basados en la resonancia magnética atómica y de haces moleculares. A partir de este momento se abrió el camino para determinar con exactitud las propiedades magnéticas de las moléculas o núcleos atómicos; se calculó el momento magnético del electrón y se pudo probar la potencia de la teoría de la electrodinámica cuántica. Por estos trabajos se le otorgó el Premio Nobel de Física en 1944.
Mejoró el método de Otto Stern aumentando la exactitud de las mediciones en un factor 100, y descubrió que los momentos magnéticos de los átomos se deben a los giros en las órbitas y/o rotaciones propias (espín) de los electrones que rodean a los núcleos atómicos. Posteriormente investigó en el terreno del radar, aunque cada vez se vio más introducido en tareas administrativas y políticas. Fue presidente del Comité Consultivo General adscrito a la delegación de la UNESCO que fundó el CERN, laboratorio de Ginebra dedicado al estudio de la física de altas energías.
François Rabelais
(La Devinière, Francia, h. 1494-París, 1553) Escritor y humanista francés. Escasean los datos sobre la primera parte de su vida. Se considera habitualmente que nació en la finca de su padre, abogado en Chinon, pero la fecha exacta de su nacimiento es incierta. Se deduce de su obra que podría haberse dedicado al estudio de las leyes, de la misma manera que tal vez ingresara en el convento de La Baumette, cerca de Angers, en 1510.
Una carta enviada al humanista Guillaume Budé, en 1521, que contiene unos versos en griego, da cuenta de que ya era fraile franciscano. A través de una apología del sexo femenino del jurista Amaury Bouchard, se sabe que Rabelais había emprendido, ya por entonces, la traducción de la Historia de Herodoto.
En 1524, molesto por los reproches de los superiores de su Orden acerca de sus lecturas, pasó a la Orden benedictina y fue nombrado secretario del obispo Geoffroy d’Estissac. Se relacionaba entonces con el círculo del poeta Jean Bouchet, a quien envió una carta versificada, su primer escrito conocido en francés. A partir de 1530, frecuentó, como alumno, la facultad de medicina de Montpellier, y a pesar de no tener el título de médico ya se le reconocían grandes méritos.
Atravesó entonces un período de dificultades económicas que lo indujeron a trasladarse a la ciudad de Lyon, donde también ejerció como médico, aunque no estuviera todavía titulado. En 1532, publicó, además de una traducción de los Aforismos de Hipócrates, el primer libro de su sátira Pantagruel, cuyo éxito fue espectacular, aunque La Sorbona lo condenó en 1533 por obsceno y herético. En invierno del mismo año acompañó al obispo y diplomático Jean du Bellay a Roma, en calidad de médico. Se interesó entonces por la botánica y la topografía y editó una topografía de Roma, firmada por Marliani.
En 1535, su segunda gran obra, La vida inestimable de Gargantúa, padre de Pantagruel, fue publicada por François Juste, en Lyon. Tras una nueva estancia en Roma, a partir de 1536 fue dispensado de sus votos eclesiásticos y llevó, durante diez años, una vida aventurera, dedicándose sobre todo a la medicina. Finalmente graduado por la Universidad de Montpellier, en 1537, fue introducido en la corte y se benefició de la protección de Guillaume du Bellay, hermano de Jean.
El tercer libro de Pantagruel, publicado en 1546 y dedicado a Margarita de Navarra, fue condenado como herético por La Sorbona, que lo incluyó en el Índice de los libros prohibidos, junto con Gargantúa, tras lo cual Rabelais se refugió primero en Metz y después en Roma. Los primeros capítulos del cuarto libro de Pantagruel aparecieron en 1548. En 1549, regresó definitivamente a París, donde vivió de la prebenda que le había sido otorgada.
Del quinto libro de Pantagruel, los dieciséis primeros capítulos se publicaron en 1562, nueve años después de su muerte; los demás fueron añadidos dos años más tarde, pero se duda de su autenticidad. Su obra constituye un gran fresco satírico de la sociedad de su época, rico en detalles concretos y pintorescos que contribuyen a una descripción humorística, a menudo exacerbada y paródica, de la Francia de su tiempo. Las sátiras de Rabelais se dirigen ante todo contra la necedad y la hipocresía, como también contra cualquier traba impuesta a la libertad humana, lo cual lo enfrentó a menudo con la Iglesia, al parodiar su dogmatismo y sus aspiraciones ascéticas. Se manifestó contrario a la educación tradicional y optó por ciertas reformas que lo relacionaron con Erasmo.
Una carta enviada al humanista Guillaume Budé, en 1521, que contiene unos versos en griego, da cuenta de que ya era fraile franciscano. A través de una apología del sexo femenino del jurista Amaury Bouchard, se sabe que Rabelais había emprendido, ya por entonces, la traducción de la Historia de Herodoto.
En 1524, molesto por los reproches de los superiores de su Orden acerca de sus lecturas, pasó a la Orden benedictina y fue nombrado secretario del obispo Geoffroy d’Estissac. Se relacionaba entonces con el círculo del poeta Jean Bouchet, a quien envió una carta versificada, su primer escrito conocido en francés. A partir de 1530, frecuentó, como alumno, la facultad de medicina de Montpellier, y a pesar de no tener el título de médico ya se le reconocían grandes méritos.
Atravesó entonces un período de dificultades económicas que lo indujeron a trasladarse a la ciudad de Lyon, donde también ejerció como médico, aunque no estuviera todavía titulado. En 1532, publicó, además de una traducción de los Aforismos de Hipócrates, el primer libro de su sátira Pantagruel, cuyo éxito fue espectacular, aunque La Sorbona lo condenó en 1533 por obsceno y herético. En invierno del mismo año acompañó al obispo y diplomático Jean du Bellay a Roma, en calidad de médico. Se interesó entonces por la botánica y la topografía y editó una topografía de Roma, firmada por Marliani.
En 1535, su segunda gran obra, La vida inestimable de Gargantúa, padre de Pantagruel, fue publicada por François Juste, en Lyon. Tras una nueva estancia en Roma, a partir de 1536 fue dispensado de sus votos eclesiásticos y llevó, durante diez años, una vida aventurera, dedicándose sobre todo a la medicina. Finalmente graduado por la Universidad de Montpellier, en 1537, fue introducido en la corte y se benefició de la protección de Guillaume du Bellay, hermano de Jean.
El tercer libro de Pantagruel, publicado en 1546 y dedicado a Margarita de Navarra, fue condenado como herético por La Sorbona, que lo incluyó en el Índice de los libros prohibidos, junto con Gargantúa, tras lo cual Rabelais se refugió primero en Metz y después en Roma. Los primeros capítulos del cuarto libro de Pantagruel aparecieron en 1548. En 1549, regresó definitivamente a París, donde vivió de la prebenda que le había sido otorgada.
Del quinto libro de Pantagruel, los dieciséis primeros capítulos se publicaron en 1562, nueve años después de su muerte; los demás fueron añadidos dos años más tarde, pero se duda de su autenticidad. Su obra constituye un gran fresco satírico de la sociedad de su época, rico en detalles concretos y pintorescos que contribuyen a una descripción humorística, a menudo exacerbada y paródica, de la Francia de su tiempo. Las sátiras de Rabelais se dirigen ante todo contra la necedad y la hipocresía, como también contra cualquier traba impuesta a la libertad humana, lo cual lo enfrentó a menudo con la Iglesia, al parodiar su dogmatismo y sus aspiraciones ascéticas. Se manifestó contrario a la educación tradicional y optó por ciertas reformas que lo relacionaron con Erasmo.
Burhanuddin Rabbani
(Faizabad, 1940) Político afgano, presidente de la República de Afganistán entre 1992 y 1996. Miembro de la etnia tayika, pertenecía a la corriente islámica sunnita moderada. Comenzó sus estudios en 1947 en Faizabad. Tras finalizar los estudios primarios se trasladó a Kabul, donde comenzó a estudiar en la escuela religiosa Abu-Haifa. Posteriormente ingresó en la Universidad de Kabul para realizar estudios de Ley Islámica y Teología.
Durante su período universitario llamó la atención de sus profesores por sus brillantes trabajos sobre el Islam. Poco después de su graduación, ocurrida en 1963, obtuvo una plaza de profesor en la Universidad de Kabul. En 1966 ingresó en la Universidad Al-Azhar de El Cairo donde obtuvo la licenciatura en filosofía Islámica. A su regreso a su país volvió a ejercer como profesor de Teología en la Universidad de Kabul.
Desde su puesto se opuso a las medidas laicas impulsadas por el gobierno afgano en la década de 1960. El alto Consejo de la Jamiat-i-Islami, organización islámica de la que formaba parte, le encargo en 1968 la organización de grupos islámicos entre los estudiantes universitarios. En 1970 viajó a la Universidad de Ankara, en Turquía, con el fin de completar su formación. Se convirtió en uno de los más importantes intelectuales de Afganistán. Era capaz de hablar y escribir en pasto, persa, árabe, inglés, urdú y turco.
Era Catedrático de filosofía en la Universidad de Kabul cuando durante la década 1970 estrechó sus relaciones con el Movimiento Islámico. En 1971 se convirtió en el líder del grupo islamista Jamiat-i-Islami (Sociedad Islámica), grupo de tendencia sunnita moderada. En la primavera de 1974 la policía entró en la Universidad de Kabul con el objetivo de arrestar a Rabbani a causa de sus actividades políticas, pero gracias a la ayuda de los estudiantes logró escapar de la policía.
Tras permanecer escondido en las regiones de Ningarhar y Kunar dejó Afganistán para refugiarse en Paquistán, desde donde trató de reorganizar el movimientos islámico afgano. Su movimiento sufrió una escisión en 1976, cuando Rabbani rompió con su compañero Gulbuddin Hekmatyar, quien formó un grupo separado, el Hezb-i-Islami (Partido Islámico).
Fue detenido por le régimen comunista, que gobernaba Afganistán desde 1978, a causa de sus actividades políticas. Sin embargo Rabbani logro escapar de su prisión y logró refugiarse en Paquistán, donde continuó con su lucha política. Decidió que su grupo luchara contra el régimen comunista. El grupo armado de su organización era el formado por los guerrilleros mujaheddin encabezados por Ahmed Shah Massud. Éste, a instancias de Rabbani, atacó Kabul, ciudad a la que puso cerco. Rabbani logró entrar en Kabul en abril de 1992 tras la caída del régimen comunista de Najibullah y el triunfo de las guerrillas islamistas de los mujaheddin (guerreros santos). El 28 de abril se proclamó el Estado Islámico en Afganistán, por lo que la ley islámica (Sharia) se convirtió en la ley fundamental en todo el país.
Junto con los otros líderes de los principales grupos islámicos fundó el Consejo Islámico Provisional (Sihad), que contaba con 51 miembros. La misión de este Consejo era la organización de un gobierno provisional, que debería asumir el control del poder en dos meses. Fue elegido presidente uno de los lideres mujaheddin, Sibg Hatullah Majaddedi. Sin embargo, su nombramiento contó con la oposición de los partidarios de Gulbuddin Hekmatyar, líder de los sunníes radicales, y de los líderes chiíes y sunníes wahhabíes.
Cuando el 28 de junio dimitió Majaddedi como presidente interino, Rabbani fue elegido presidente interino de Afganistán. Sin embargo, cinco grupos rebeldes se opusieron a su nombramiento y denunciaron al Consejo como no representativo. Rabbani logró llegar a un precario acuerdo político con Hekmatyar, quien consiguió que su lugarteniente, Ustad Abdul Sabur Farid, fuera nombrado primer ministro. El acuerdo se rompió pocos días después y las tropas de Hekmatyar comenzaron a bombardear Kabul. El presidente logró un alto el fuego el 30 de octubre de 1992.
Pero la situación política se fue agravando a causa de la dificultad de consensuar una Asamblea Constituyente, la cual debía elegir un presidente permanente y preparar unas futuras elecciones generales. Rabbani consiguió que la Asamblea Constituyente iniciase sus sesiones a finales de diciembre de 1992. Los 1.335 delegados reunidos eligieron a Rabbani, el único candidato presentado, como presidente de la nueva República Islámica de Afganistán por un período provisional de dieciocho meses.
A pesar de haber contado con el consenso de todas las fuerzas políticas no logró establecer la paz, ya que por todo el país continuaban los enfrentamientos entre las tropas de Hekmatyar y los hombres de Massud. Paralelamente también se enfrentaban entre si la guerrilla chiíta del Partido de la Unidad Islámica y las milicias uzbekas dirigidas por el general Dostam.
Las esperanzas de paz volvían a resurgir en marzo de 1993, cuando el presidente firmó un acuerdo de colaboración con Hekmatyar, en virtud del cual este fue nombrado primer ministro. Paralelamente permitió que Dostam, líder del Movimiento Nacional Islámico, tomara el control político y militar de la región de Mazar-i-Sharif, y Massud, apodado el León de Pamir, el nordeste del país; por su parte, los guerrilleros chiítas de Abdul Ali Mazari se asentaron en el noroeste, mientras que Hekmatyar fijaba su feudo en Chrasyab, situado a 25 kilómetros de Kabul. Sin embargo, Dostam y Massud se sintieron desplazados al no ser incluidos en el nuevo gobierno, por lo que atacaron las posiciones gubernamentales. Rabbani contraatacó en enero de 1994 con la ayuda de Hekmatyar y sus hombres.
Dio muestras de su moderación a toda la comunidad internacional cuando en noviembre de 1993 firmó en Egipto un acuerdo que tenía como fin frenar la expansión de los movimientos fundamentalistas islámicos del norte de África, que habían estado apoyados hasta entonces pro ciertos grupos radicales de mujaheddin afganas. Sus partidarios lograron que su mandato fuera prolongado por la Asamblea Suprema Tribal Nacional cuando este estaba a punto de acabar en junio de 1994 por un nuevo período de seis meses. Sin embargo, el mandato de Hekmatyar no fue prolongado, por lo que este lanzó sus tropas contra Rabbani. Este enfrentamiento llevó a la disgregación de la autoridad central, quedando Kabul dividida entre los diversos contendientes.
El presidente tuvo que hacer frente a mediados de 1994 al nacimiento de una nueva milicia integrista, los talibanes (estudiantes islámicos). Eran estudiantes de origen pasto que habían sido formados en escuelas coránicas paquistaníes. Esta nueva guerrilla lanzó una ofensiva contra Kabul. Aliados con Hekmatyar y Dostam, los talibanes arrebataron a Rabbani una de las principales ciudades del país, Herat. De esta forma el presidente, que seguía hablando en los comunicados oficiales de inexistentes victorias militares, quedó aislado al perder el control de la carretera que enlazaba Paquistán con Uzbekistán y Turkmenistán. Sus oponentes aprovecharon esta circunstancia para consolidar sus posiciones en el este del país.
Rabbani rechazaba las continuas presiones que recibía de la ONU y de la Organización de la Conferencia Islámica para que abandonara el poder. Sin embargo Rusia, Irán e India, que temían el triunfo de los talibanes, comenzaron a prestar apoyo militar y económico a Rabbani. En 1995 el régimen de Rabbani fue reconocido como el único gobierno afgano por la ONU, pero dentro de Afganistán el control del régimen se extendía tan sólo a Kabul y las áreas cercanas. Para tratar de frenar el avance talibán, el 7 de marzo de 1996 firmó un acuerdo de colaboración total con Hekmatyar, a quien nombró primer ministro.
En septiembre los talibanes conquistaron los suburbios de Kabul. El 27 de septiembre, cuando las tropas de los talibanes ocuparon Kabul, se vio obligado a huir al norte del país. Tras tomar los talibanes el 25 de mayo de 1997 las tres provincias del nordeste del país, Rabbani huyó a Irán. Se puso al frente del gobierno en el exilio, tratando de coordinar las diferentes facciones de la alianza contra los talibanes, a pesar de ello su gobierno era el único reconocido por la ONU como el legítimo poder en Afganistán.
Cinco años después de que los talibanes lo expulsaran de Kabul, Rabbani regresó a Afganistán a finales de 2001, arropado por las tropas de la Alianza del Norte, que habían tomado la capital días antes y obligado a los talibanes a replegarse en Kandahar. El 22 de diciembre de ese año transfirió el poder a Hamid Karzai, el líder pastún moderado elegido en la cumbre de Bonn para presidir el nuevo Gobierno provisional afgano.
Durante su período universitario llamó la atención de sus profesores por sus brillantes trabajos sobre el Islam. Poco después de su graduación, ocurrida en 1963, obtuvo una plaza de profesor en la Universidad de Kabul. En 1966 ingresó en la Universidad Al-Azhar de El Cairo donde obtuvo la licenciatura en filosofía Islámica. A su regreso a su país volvió a ejercer como profesor de Teología en la Universidad de Kabul.
Desde su puesto se opuso a las medidas laicas impulsadas por el gobierno afgano en la década de 1960. El alto Consejo de la Jamiat-i-Islami, organización islámica de la que formaba parte, le encargo en 1968 la organización de grupos islámicos entre los estudiantes universitarios. En 1970 viajó a la Universidad de Ankara, en Turquía, con el fin de completar su formación. Se convirtió en uno de los más importantes intelectuales de Afganistán. Era capaz de hablar y escribir en pasto, persa, árabe, inglés, urdú y turco.
Era Catedrático de filosofía en la Universidad de Kabul cuando durante la década 1970 estrechó sus relaciones con el Movimiento Islámico. En 1971 se convirtió en el líder del grupo islamista Jamiat-i-Islami (Sociedad Islámica), grupo de tendencia sunnita moderada. En la primavera de 1974 la policía entró en la Universidad de Kabul con el objetivo de arrestar a Rabbani a causa de sus actividades políticas, pero gracias a la ayuda de los estudiantes logró escapar de la policía.
Tras permanecer escondido en las regiones de Ningarhar y Kunar dejó Afganistán para refugiarse en Paquistán, desde donde trató de reorganizar el movimientos islámico afgano. Su movimiento sufrió una escisión en 1976, cuando Rabbani rompió con su compañero Gulbuddin Hekmatyar, quien formó un grupo separado, el Hezb-i-Islami (Partido Islámico).
Fue detenido por le régimen comunista, que gobernaba Afganistán desde 1978, a causa de sus actividades políticas. Sin embargo Rabbani logro escapar de su prisión y logró refugiarse en Paquistán, donde continuó con su lucha política. Decidió que su grupo luchara contra el régimen comunista. El grupo armado de su organización era el formado por los guerrilleros mujaheddin encabezados por Ahmed Shah Massud. Éste, a instancias de Rabbani, atacó Kabul, ciudad a la que puso cerco. Rabbani logró entrar en Kabul en abril de 1992 tras la caída del régimen comunista de Najibullah y el triunfo de las guerrillas islamistas de los mujaheddin (guerreros santos). El 28 de abril se proclamó el Estado Islámico en Afganistán, por lo que la ley islámica (Sharia) se convirtió en la ley fundamental en todo el país.
Junto con los otros líderes de los principales grupos islámicos fundó el Consejo Islámico Provisional (Sihad), que contaba con 51 miembros. La misión de este Consejo era la organización de un gobierno provisional, que debería asumir el control del poder en dos meses. Fue elegido presidente uno de los lideres mujaheddin, Sibg Hatullah Majaddedi. Sin embargo, su nombramiento contó con la oposición de los partidarios de Gulbuddin Hekmatyar, líder de los sunníes radicales, y de los líderes chiíes y sunníes wahhabíes.
Cuando el 28 de junio dimitió Majaddedi como presidente interino, Rabbani fue elegido presidente interino de Afganistán. Sin embargo, cinco grupos rebeldes se opusieron a su nombramiento y denunciaron al Consejo como no representativo. Rabbani logró llegar a un precario acuerdo político con Hekmatyar, quien consiguió que su lugarteniente, Ustad Abdul Sabur Farid, fuera nombrado primer ministro. El acuerdo se rompió pocos días después y las tropas de Hekmatyar comenzaron a bombardear Kabul. El presidente logró un alto el fuego el 30 de octubre de 1992.
Pero la situación política se fue agravando a causa de la dificultad de consensuar una Asamblea Constituyente, la cual debía elegir un presidente permanente y preparar unas futuras elecciones generales. Rabbani consiguió que la Asamblea Constituyente iniciase sus sesiones a finales de diciembre de 1992. Los 1.335 delegados reunidos eligieron a Rabbani, el único candidato presentado, como presidente de la nueva República Islámica de Afganistán por un período provisional de dieciocho meses.
A pesar de haber contado con el consenso de todas las fuerzas políticas no logró establecer la paz, ya que por todo el país continuaban los enfrentamientos entre las tropas de Hekmatyar y los hombres de Massud. Paralelamente también se enfrentaban entre si la guerrilla chiíta del Partido de la Unidad Islámica y las milicias uzbekas dirigidas por el general Dostam.
Las esperanzas de paz volvían a resurgir en marzo de 1993, cuando el presidente firmó un acuerdo de colaboración con Hekmatyar, en virtud del cual este fue nombrado primer ministro. Paralelamente permitió que Dostam, líder del Movimiento Nacional Islámico, tomara el control político y militar de la región de Mazar-i-Sharif, y Massud, apodado el León de Pamir, el nordeste del país; por su parte, los guerrilleros chiítas de Abdul Ali Mazari se asentaron en el noroeste, mientras que Hekmatyar fijaba su feudo en Chrasyab, situado a 25 kilómetros de Kabul. Sin embargo, Dostam y Massud se sintieron desplazados al no ser incluidos en el nuevo gobierno, por lo que atacaron las posiciones gubernamentales. Rabbani contraatacó en enero de 1994 con la ayuda de Hekmatyar y sus hombres.
Dio muestras de su moderación a toda la comunidad internacional cuando en noviembre de 1993 firmó en Egipto un acuerdo que tenía como fin frenar la expansión de los movimientos fundamentalistas islámicos del norte de África, que habían estado apoyados hasta entonces pro ciertos grupos radicales de mujaheddin afganas. Sus partidarios lograron que su mandato fuera prolongado por la Asamblea Suprema Tribal Nacional cuando este estaba a punto de acabar en junio de 1994 por un nuevo período de seis meses. Sin embargo, el mandato de Hekmatyar no fue prolongado, por lo que este lanzó sus tropas contra Rabbani. Este enfrentamiento llevó a la disgregación de la autoridad central, quedando Kabul dividida entre los diversos contendientes.
El presidente tuvo que hacer frente a mediados de 1994 al nacimiento de una nueva milicia integrista, los talibanes (estudiantes islámicos). Eran estudiantes de origen pasto que habían sido formados en escuelas coránicas paquistaníes. Esta nueva guerrilla lanzó una ofensiva contra Kabul. Aliados con Hekmatyar y Dostam, los talibanes arrebataron a Rabbani una de las principales ciudades del país, Herat. De esta forma el presidente, que seguía hablando en los comunicados oficiales de inexistentes victorias militares, quedó aislado al perder el control de la carretera que enlazaba Paquistán con Uzbekistán y Turkmenistán. Sus oponentes aprovecharon esta circunstancia para consolidar sus posiciones en el este del país.
Rabbani rechazaba las continuas presiones que recibía de la ONU y de la Organización de la Conferencia Islámica para que abandonara el poder. Sin embargo Rusia, Irán e India, que temían el triunfo de los talibanes, comenzaron a prestar apoyo militar y económico a Rabbani. En 1995 el régimen de Rabbani fue reconocido como el único gobierno afgano por la ONU, pero dentro de Afganistán el control del régimen se extendía tan sólo a Kabul y las áreas cercanas. Para tratar de frenar el avance talibán, el 7 de marzo de 1996 firmó un acuerdo de colaboración total con Hekmatyar, a quien nombró primer ministro.
En septiembre los talibanes conquistaron los suburbios de Kabul. El 27 de septiembre, cuando las tropas de los talibanes ocuparon Kabul, se vio obligado a huir al norte del país. Tras tomar los talibanes el 25 de mayo de 1997 las tres provincias del nordeste del país, Rabbani huyó a Irán. Se puso al frente del gobierno en el exilio, tratando de coordinar las diferentes facciones de la alianza contra los talibanes, a pesar de ello su gobierno era el único reconocido por la ONU como el legítimo poder en Afganistán.
Cinco años después de que los talibanes lo expulsaran de Kabul, Rabbani regresó a Afganistán a finales de 2001, arropado por las tropas de la Alianza del Norte, que habían tomado la capital días antes y obligado a los talibanes a replegarse en Kandahar. El 22 de diciembre de ese año transfirió el poder a Hamid Karzai, el líder pastún moderado elegido en la cumbre de Bonn para presidir el nuevo Gobierno provisional afgano.
Henri Rabaud
(París, 1873-1949) Compositor francés. Nacido en el seno de una familia de músicos, fue discípulo de Caussade, Gédalge y Massenet en el Conservatorio de París, del cual llegó a ser director. De talante conservador como compositor, mostró la faceta contraria como director de orquesta.
Entre sus primeras obras se cuentan Deuxième Symphonie (1898) y el poema sinfónico La Procession nocturne (1897), que tuvo un gran éxito en los Conciertos de Colonia. Atraído por el teatro, escribió La fille de Roland (como ópera-cómica para 1904, y como ópera en 1921), Le Premier Glaive (Arénas de Béziers, 1908), Antoine et Cléopâtre y Le Marchand de Venise (1904). En 1914 creó su célebre ópera-cómica Marúf, zapatero de El Cairo (Marouf, savetier du Caire), en la que combinaba lo wagneriano con lo exótico.
Nombrado miembro del Institut en 1918 escribió L'Appel de la mer (1924) y Rolande et le mauvais garçon (1937). También son suyas un Quatuor à cordes en sol menor, un poema sinfónico, una Égloga, Poème virgilien para orquesta, Psaume IV para solo, coro y orquesta, y algunos acompañamientos musicales para películas, como la puesta en escena de Paul et Virginie para una obra de Népoty, y el último, en 1925, para Joueur d'échecs.
Músico de un estilo equilibrado y a veces tachado de un cierto academicismo fue uno de los principales representantes del clasicismo francés contemporáneo. Su música orquestal incluyó un Divertissement de canciones rusas. En 1948 obtuvo el Premio Roma por su oratorio Job, escrito en dicha ciudad después de la Segunda Guerra Mundial.
Entre sus primeras obras se cuentan Deuxième Symphonie (1898) y el poema sinfónico La Procession nocturne (1897), que tuvo un gran éxito en los Conciertos de Colonia. Atraído por el teatro, escribió La fille de Roland (como ópera-cómica para 1904, y como ópera en 1921), Le Premier Glaive (Arénas de Béziers, 1908), Antoine et Cléopâtre y Le Marchand de Venise (1904). En 1914 creó su célebre ópera-cómica Marúf, zapatero de El Cairo (Marouf, savetier du Caire), en la que combinaba lo wagneriano con lo exótico.
Nombrado miembro del Institut en 1918 escribió L'Appel de la mer (1924) y Rolande et le mauvais garçon (1937). También son suyas un Quatuor à cordes en sol menor, un poema sinfónico, una Égloga, Poème virgilien para orquesta, Psaume IV para solo, coro y orquesta, y algunos acompañamientos musicales para películas, como la puesta en escena de Paul et Virginie para una obra de Népoty, y el último, en 1925, para Joueur d'échecs.
Músico de un estilo equilibrado y a veces tachado de un cierto academicismo fue uno de los principales representantes del clasicismo francés contemporáneo. Su música orquestal incluyó un Divertissement de canciones rusas. En 1948 obtuvo el Premio Roma por su oratorio Job, escrito en dicha ciudad después de la Segunda Guerra Mundial.
martes, 6 de abril de 2010
Pedro Rabassa
(en Cataluña, fines del s. XVII-Sevilla, 1760) Compositor español. Fue maestro de capilla de las catedrales de Vic, Valencia (1714-1724) y Sevilla (1724-1760) y escribió abundante música religiosa (misas, motetes, salmos, villancicos).
Emilio Rabasa
(Ocozocoautla, 1856 - ciudad de México, 1930) Novelista mexicano, iniciador del realismo en su país, que compaginó su tiempo entre la literatura, la abogacía y la política, y llegó a ser gobernador de su estado natal. Tras estudiar derecho en Oaxaca, desempeñó varios cargos oficiales en Chiapas. Asentado en la ciudad de México progresó en su carrera como abogado y estudió a fondo el juicio de amparo. Su infortunada asociación al gobierno golpista de Victoriano Huerta lo obligó a refugiarse en Estados Unidos.
Su obra consiste, básicamente, en las novelas La gran ciencia (1887), La bola (1887), El cuarto poder (1888), Moneda falsa (1888) que conforman la tetralogía denominada "Novelas Mexicanas" y La Guerra de Tres Años (aparecida póstumamente en 1931). En su madurez, formó parte de la Academia Mexicana de la Lengua.
Influido por Benito Pérez Galdós, presenta curiosos aspectos de la cotidianeidad provinciana: política de campanario, tumulto regional y vida burocrática. Sus narraciones suelen ser interesantes, porque la prosa tiene sabor castizo y los relatos fluyen con gracia. En ninguna de ellas se aparta del interés por la historia nacional.
De su personalidad como jurista y político nos pueden dar idea algunas de sus restantes obras: El artículo 14; La Constitución y la Dictadura; El juicio constitucional; La organización política de México y La evolución histórica de México. Para sus pulicaciones literarias, Emilio Rabasa utilizó el seudónimo Sancho Polo.
Su obra consiste, básicamente, en las novelas La gran ciencia (1887), La bola (1887), El cuarto poder (1888), Moneda falsa (1888) que conforman la tetralogía denominada "Novelas Mexicanas" y La Guerra de Tres Años (aparecida póstumamente en 1931). En su madurez, formó parte de la Academia Mexicana de la Lengua.
Influido por Benito Pérez Galdós, presenta curiosos aspectos de la cotidianeidad provinciana: política de campanario, tumulto regional y vida burocrática. Sus narraciones suelen ser interesantes, porque la prosa tiene sabor castizo y los relatos fluyen con gracia. En ninguna de ellas se aparta del interés por la historia nacional.
De su personalidad como jurista y político nos pueden dar idea algunas de sus restantes obras: El artículo 14; La Constitución y la Dictadura; El juicio constitucional; La organización política de México y La evolución histórica de México. Para sus pulicaciones literarias, Emilio Rabasa utilizó el seudónimo Sancho Polo.
Rabano Mauro
(Maguncia, c. 780-Winkel, Renania, 856) Prelado y erudito alemán. Discípulo de Alcuino (802), fue maestrescuela (815) y más tarde abad (822) del monasterio de Fulda, al que convirtió en un gran centro cultural y misionero de fama universal. Dimitió en 842, y en 847 fue nombrado arzobispo de Manguncia. Teólogo, poeta y científico, fue también consejero de Ludovico Pío, de Lotario y de Luis el Germánico. Interesado por la formación del clero y por el buen despliegue del culto, sus obras ejercieron gran influencia en Europa central durante la Edad Media. Entre ellas destacan el tratado De institutione clericorum (819) y la enciclopedia De universo (842-847), así como una nutrida correspondencia.
Paco Rabanne
(Francisco Rabanillo, Pasajes de San Juan, 1934) Modisto español. En 1967 abrió en París su propia casa de costura y fue el primero en impulsar la confección de prendas no tejidas o moldeadas en plástico, y en utilizar la piel en forma de correas. Sus creaciones siempre han estado caracterizadas por el contraste de colores violentos y metalizados, y se han extendido a complementos de la moda y a materiales de decoración. Se retiró como creador de alta costura en el verano de 1999.
Paco Rabal
(Águilas, Murcia, 1926 - Burdeos, 2001) Actor español. Francisco Rabal Valera nació el 8 de marzo de 1926 en la Cuesta de Gos, una pedanía de Águilas, Murcia. De origen humilde (padre minero, madre molinera, dos hermanos), contaba seis años cuando la familia se trasladó a Madrid, y allí comenzó a ayudar a la maltrecha economía de los suyos con lo que ganaba, en plena Guerra Civil, primero como vendedor de golosinas y luego como aprendiz en una fábrica de bombones.
Francisco Rabal en una imagen de 1996
Gracias a un cura conocido de la familia, consiguió más tarde el empleo que lo conduciría a su definitiva profesión, el de ayudante de electricista en los estudios cinematográficos Chamartín.
Su iniciación ante las cámaras se produjo gracias al director Rafael Gil, quien en 1946 lo incluyó como actor de reparto en dos de sus películas, La pródiga y Reina Santa. En el teatro, fueron fundamentales las recomendaciones del poeta Dámaso Alonso, el actor Luis Escobar y el director José Tamayo. En 1947 pasó a integrar el elenco de la compañía Lope de Vega dirigida por este último, del que formaba parte la actriz catalana María Asunción Balaguer. Se casaron en enero de 1951, y no obstante los confesos vaivenes sentimentales del actor a lo largo de su vida, ella fue su incondicional compañera hasta el último instante.
Por entonces, Rabal estaba a punto de lograr su primer éxito teatral con La muerte de un viajante, de Arthur Miller. Un papel destacado que luego le permitió encabezar el reparto en obras como Edipo rey o Las brujas de Salem, junto a figuras reconocidas como Analía Gadé, Berta Riaza, Maruchi Fresno, Manuel Dicenta o Andrés Mejuto. Al mismo tiempo obtuvo papeles de protagonista en grandes éxitos del cine de la época, como Historias de la radio (1955), de José Luis Sáenz de Heredia, o Amanecer en puerta oscura (1957), de José María Forqué. Y pronto extendió esos primeros pasos e inauguró su carrera internacional a las órdenes de Gillo Pontecorvo en Prisioneros del mar (1957).
Actor sobrio y eficaz, dotado de una voz grave y pastosa, logró llamar la atención de realizadores extranjeros, con los que participó en numerosas películas relevantes. A fines de la década se produjo en México su encuentro con Luis Buñuel (Nazarín, 1958; Viridiana, 1961), decisivo en su trayectoria, que gozó en los años siguientes de su etapa más interesante gracias al trabajo con creadores como Juan Antonio Bardem (Sonatas, 1959; A las cinco de la tarde, 1960), Michelangelo Antonioni (El eclipse, 1961), Leopoldo Torre-Nilsson (La mano en la trampa, 1961; Setenta veces siete, 1963), Carlos Saura (Llanto por un bandido, 1963), Lucas Demare (Hijo de hombre, 1964), Manuel Antín (Intimidad de los parques, 1964), Claude Chabrol (María Chantal contra el doctor Kha, 1965), Jacques Rivette (La religiosa, 1966), Luchino Visconti (Las brujas, 1966), de nuevo Buñuel (Bella de día, 1966), o Glauber Rocha (Cabezas cortadas, 1970).
Nueva y fecunda etapa
Posteriormente, tras un período de inflexión marcado por trabajos puramente alimenticios que poco aportaron a tan brillante currículo, Rabal resurgió en su madurez con fuerza arrolladora. Ahí queda un florido manojo de personajes que, de la mano de Mario Camus, Gonzalo Suárez, Vicente Aranda, Pedro Almodóvar, José Luis García Sánchez, Arturo Ripstein, Alain Tanner o Carlos Saura, el veterano actor supo incorporar a sus visajes y hacerlos únicamente suyos. Desde comienzos de la década de los ochenta experimentó un contundente renacimiento a través de una serie de buenas películas y aún mejores papeles que su cara cuarteada y su voz rota hicieron inolvidables.
Uno de ellos, el gran Azarías de Los santos inocentes (1984), de Mario Camus, le reportó un premio de interpretación en Cannes, y a partir de entonces ocupó el justo lugar que requería su peso. Otro, el de Goya en Burdeos (1999), además de valerle el galardón que lleva el nombre del pintor, sirvió de broche anticipado a una trayectoria artística destacadísima.
Nada menos que cuarenta títulos sumados a su filmografía en esta última etapa de actividad casi febril. Y como contrapartida, un ciclo vital de guerrero en reposo, de viejo patriarca familiar orgulloso de su saga de artistas. De su mujer Asunción, que volvió al ruedo tras muchos años de permanecer a su sombra; de sus hijos Benito, director de cine, y Teresa, cantante y actriz; de su nieto, el actor Liberto Rabal, de su biznieto Daniel... Y de su exuberante memoria, generosa en anécdotas que hicieron las delicias de sus interlocutores y que en sus últimos años quiso plasmar en dos libros: Mis versos y mi copla y Si yo te contara. Por sus páginas desfilan los recuerdos del poeta amigo de poetas, del hombre de izquierdas de toda la vida, del galán de las grandes estrellas, de sus conquistas amorosas, de sus giras de cómico, de sus numerosos viajes...
Falleció el 29 de agosto a causa de un enfisema pulmonar en Burdeos, a bordo del avión en que regresaba de Canadá, donde había recibido un premio por el conjunto de su carrera en el XXV Festival de Films du Monde de Montreal. Al enterarse de las peripecias de su muerte, el escritor Miguel Delibes concluyó: «En realidad, su dinamismo era tan grande que no podía morir de otra manera que yendo de acá para allá». Otra distinción de similar categoría, el premio Donostia del 49° Festival de San Sebastián, que iba a serle entregado el 24 de septiembre, hubo de ser recogido por su nieto, el también actor Liberto Rabal, en un emotivo homenaje tributado por sus amigos de oficio.
Rabal tenía setenta y cinco años y llevaba más de cincuenta en el cine, un medio en el que se mantenía tan activo como siempre y que le dio las más grandes satisfacciones a través del reconocimiento de directores y críticos y del cariño palpable del público, de sus allegados y de todos sus compañeros de profesión.
Su madurez artística y personal coincidió con el período más creativo y fecundo de su extensa carrera. Actor hecho a sí mismo, con las técnicas que aprendió del oficio y de la vida y dueño de una memoria portentosa, había dejado de interpretar para aprehender cada personaje e incorporarlo a su manera de ser.
Brindó así un inconfundible Paco Rabal que la magia de los ropajes y las luces convertía y multiplicaba en presencias rotundas, llenas de vitalidad. Desde luego, había perdido por completo la apostura física que en su juventud le franqueara tantas puertas, sobre todo en su rápida proyección internacional hacia un cine de autor que lo situó en un nivel de fama y prestigio insólitos entonces para un actor español. Pero con su buena planta también habían quedado en el recuerdo cierta propensión a declamar -que halló mejor destino en sus recitales de poesía- y la inseguridad que, tras una etapa de escaso brillo, le produjeron las cicatrices que un accidente dejó en su rostro.
Francisco Rabal en una imagen de 1996
Gracias a un cura conocido de la familia, consiguió más tarde el empleo que lo conduciría a su definitiva profesión, el de ayudante de electricista en los estudios cinematográficos Chamartín.
Su iniciación ante las cámaras se produjo gracias al director Rafael Gil, quien en 1946 lo incluyó como actor de reparto en dos de sus películas, La pródiga y Reina Santa. En el teatro, fueron fundamentales las recomendaciones del poeta Dámaso Alonso, el actor Luis Escobar y el director José Tamayo. En 1947 pasó a integrar el elenco de la compañía Lope de Vega dirigida por este último, del que formaba parte la actriz catalana María Asunción Balaguer. Se casaron en enero de 1951, y no obstante los confesos vaivenes sentimentales del actor a lo largo de su vida, ella fue su incondicional compañera hasta el último instante.
Por entonces, Rabal estaba a punto de lograr su primer éxito teatral con La muerte de un viajante, de Arthur Miller. Un papel destacado que luego le permitió encabezar el reparto en obras como Edipo rey o Las brujas de Salem, junto a figuras reconocidas como Analía Gadé, Berta Riaza, Maruchi Fresno, Manuel Dicenta o Andrés Mejuto. Al mismo tiempo obtuvo papeles de protagonista en grandes éxitos del cine de la época, como Historias de la radio (1955), de José Luis Sáenz de Heredia, o Amanecer en puerta oscura (1957), de José María Forqué. Y pronto extendió esos primeros pasos e inauguró su carrera internacional a las órdenes de Gillo Pontecorvo en Prisioneros del mar (1957).
Actor sobrio y eficaz, dotado de una voz grave y pastosa, logró llamar la atención de realizadores extranjeros, con los que participó en numerosas películas relevantes. A fines de la década se produjo en México su encuentro con Luis Buñuel (Nazarín, 1958; Viridiana, 1961), decisivo en su trayectoria, que gozó en los años siguientes de su etapa más interesante gracias al trabajo con creadores como Juan Antonio Bardem (Sonatas, 1959; A las cinco de la tarde, 1960), Michelangelo Antonioni (El eclipse, 1961), Leopoldo Torre-Nilsson (La mano en la trampa, 1961; Setenta veces siete, 1963), Carlos Saura (Llanto por un bandido, 1963), Lucas Demare (Hijo de hombre, 1964), Manuel Antín (Intimidad de los parques, 1964), Claude Chabrol (María Chantal contra el doctor Kha, 1965), Jacques Rivette (La religiosa, 1966), Luchino Visconti (Las brujas, 1966), de nuevo Buñuel (Bella de día, 1966), o Glauber Rocha (Cabezas cortadas, 1970).
Nueva y fecunda etapa
Posteriormente, tras un período de inflexión marcado por trabajos puramente alimenticios que poco aportaron a tan brillante currículo, Rabal resurgió en su madurez con fuerza arrolladora. Ahí queda un florido manojo de personajes que, de la mano de Mario Camus, Gonzalo Suárez, Vicente Aranda, Pedro Almodóvar, José Luis García Sánchez, Arturo Ripstein, Alain Tanner o Carlos Saura, el veterano actor supo incorporar a sus visajes y hacerlos únicamente suyos. Desde comienzos de la década de los ochenta experimentó un contundente renacimiento a través de una serie de buenas películas y aún mejores papeles que su cara cuarteada y su voz rota hicieron inolvidables.
Uno de ellos, el gran Azarías de Los santos inocentes (1984), de Mario Camus, le reportó un premio de interpretación en Cannes, y a partir de entonces ocupó el justo lugar que requería su peso. Otro, el de Goya en Burdeos (1999), además de valerle el galardón que lleva el nombre del pintor, sirvió de broche anticipado a una trayectoria artística destacadísima.
Nada menos que cuarenta títulos sumados a su filmografía en esta última etapa de actividad casi febril. Y como contrapartida, un ciclo vital de guerrero en reposo, de viejo patriarca familiar orgulloso de su saga de artistas. De su mujer Asunción, que volvió al ruedo tras muchos años de permanecer a su sombra; de sus hijos Benito, director de cine, y Teresa, cantante y actriz; de su nieto, el actor Liberto Rabal, de su biznieto Daniel... Y de su exuberante memoria, generosa en anécdotas que hicieron las delicias de sus interlocutores y que en sus últimos años quiso plasmar en dos libros: Mis versos y mi copla y Si yo te contara. Por sus páginas desfilan los recuerdos del poeta amigo de poetas, del hombre de izquierdas de toda la vida, del galán de las grandes estrellas, de sus conquistas amorosas, de sus giras de cómico, de sus numerosos viajes...
Falleció el 29 de agosto a causa de un enfisema pulmonar en Burdeos, a bordo del avión en que regresaba de Canadá, donde había recibido un premio por el conjunto de su carrera en el XXV Festival de Films du Monde de Montreal. Al enterarse de las peripecias de su muerte, el escritor Miguel Delibes concluyó: «En realidad, su dinamismo era tan grande que no podía morir de otra manera que yendo de acá para allá». Otra distinción de similar categoría, el premio Donostia del 49° Festival de San Sebastián, que iba a serle entregado el 24 de septiembre, hubo de ser recogido por su nieto, el también actor Liberto Rabal, en un emotivo homenaje tributado por sus amigos de oficio.
Rabal tenía setenta y cinco años y llevaba más de cincuenta en el cine, un medio en el que se mantenía tan activo como siempre y que le dio las más grandes satisfacciones a través del reconocimiento de directores y críticos y del cariño palpable del público, de sus allegados y de todos sus compañeros de profesión.
Su madurez artística y personal coincidió con el período más creativo y fecundo de su extensa carrera. Actor hecho a sí mismo, con las técnicas que aprendió del oficio y de la vida y dueño de una memoria portentosa, había dejado de interpretar para aprehender cada personaje e incorporarlo a su manera de ser.
Brindó así un inconfundible Paco Rabal que la magia de los ropajes y las luces convertía y multiplicaba en presencias rotundas, llenas de vitalidad. Desde luego, había perdido por completo la apostura física que en su juventud le franqueara tantas puertas, sobre todo en su rápida proyección internacional hacia un cine de autor que lo situó en un nivel de fama y prestigio insólitos entonces para un actor español. Pero con su buena planta también habían quedado en el recuerdo cierta propensión a declamar -que halló mejor destino en sus recitales de poesía- y la inseguridad que, tras una etapa de escaso brillo, le produjeron las cicatrices que un accidente dejó en su rostro.
Rabah
(c. 1846-Kousseri, 1900) Caudillo árabe del Sudán. Junto a una banda de partisanos ocupó (1878-1893) un amplio territorio alrededor del lago Chad y destruyó el reino de Bornu. Creó un Estado nuevo, bien organizado y militarmente superior a sus vecinos. Fue derrotado por los franceses que se anexionaron el Chad.
Xesús Rábade
(Seixas, 1949) Escritor español en lengua gallega. Autor perteneciente al grupo Cravo fondo, su obra lírica está representada por títulos como Juntos cara al mañana (1969) y En el allá de nosotros (1981, premio Galicia). Sus novelas se caracterizan por un gran dramatismo y amargura; entre ellas figuran La tierra prometida (1975), Morir en Vilaquinte (1980, en colaboración con Helena Villar) y Saraverde (1987). En los años noventa publicó Símbolos de Galicia (1993), As sombras do barroco (1995) y Os outros feirantes (1997). Galardonado con el premio literario Anxel Fole (1994).
Wilhelm Raabe
(Eschershausen, 1831-Brunswick, 1910) Escritor alemán. Se dio a conocer con la novela La crónica del callejón de los gorriones (1857), publicada con el seudónimo de Jakob Corvinus. Es autor también, entre otras obras narrativas, de La gente del bosque (1863), novela influida por el Wilhelm Meister de Goethe, y de la trilogía formada por El pastor famélico (1864), Abu Telfan (1867) y Schüdderump (1870).
Joseph Ludwig Raabe
(Brody, 1801-Zurich, 1859) Matemático y físico alemán. Profesor en el Instituto Politécnico de Zurich, estableció un criterio de convergencia de las series de términos positivos. También estudió diversos aspectos de los movimientos planetarios.
Julius Raab
(Sankt Pölten, 1891-Viena, 1964) Político austríaco. Fue miembro de la dieta autríaca (1927), ministro de Trabajo y Transportes (1938), diputado (1945) y canciller. Participó en la fundación del Partido Popular Austríaco (1945). Durante su gobierno como canciller federal (1952-1961) se firmó el tratado (1955) por el que se retiraron las tropas aliadas y Austria se convirtió en un país neutral. Dimitió el 11 de abril de 1961.
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