(Faizabad, 1940) Político afgano, presidente de la República de Afganistán entre 1992 y 1996. Miembro de la etnia tayika, pertenecía a la corriente islámica sunnita moderada. Comenzó sus estudios en 1947 en Faizabad. Tras finalizar los estudios primarios se trasladó a Kabul, donde comenzó a estudiar en la escuela religiosa Abu-Haifa. Posteriormente ingresó en la Universidad de Kabul para realizar estudios de Ley Islámica y Teología.
Durante su período universitario llamó la atención de sus profesores por sus brillantes trabajos sobre el Islam. Poco después de su graduación, ocurrida en 1963, obtuvo una plaza de profesor en la Universidad de Kabul. En 1966 ingresó en la Universidad Al-Azhar de El Cairo donde obtuvo la licenciatura en filosofía Islámica. A su regreso a su país volvió a ejercer como profesor de Teología en la Universidad de Kabul.
Desde su puesto se opuso a las medidas laicas impulsadas por el gobierno afgano en la década de 1960. El alto Consejo de la Jamiat-i-Islami, organización islámica de la que formaba parte, le encargo en 1968 la organización de grupos islámicos entre los estudiantes universitarios. En 1970 viajó a la Universidad de Ankara, en Turquía, con el fin de completar su formación. Se convirtió en uno de los más importantes intelectuales de Afganistán. Era capaz de hablar y escribir en pasto, persa, árabe, inglés, urdú y turco.
Era Catedrático de filosofía en la Universidad de Kabul cuando durante la década 1970 estrechó sus relaciones con el Movimiento Islámico. En 1971 se convirtió en el líder del grupo islamista Jamiat-i-Islami (Sociedad Islámica), grupo de tendencia sunnita moderada. En la primavera de 1974 la policía entró en la Universidad de Kabul con el objetivo de arrestar a Rabbani a causa de sus actividades políticas, pero gracias a la ayuda de los estudiantes logró escapar de la policía.
Tras permanecer escondido en las regiones de Ningarhar y Kunar dejó Afganistán para refugiarse en Paquistán, desde donde trató de reorganizar el movimientos islámico afgano. Su movimiento sufrió una escisión en 1976, cuando Rabbani rompió con su compañero Gulbuddin Hekmatyar, quien formó un grupo separado, el Hezb-i-Islami (Partido Islámico).
Fue detenido por le régimen comunista, que gobernaba Afganistán desde 1978, a causa de sus actividades políticas. Sin embargo Rabbani logro escapar de su prisión y logró refugiarse en Paquistán, donde continuó con su lucha política. Decidió que su grupo luchara contra el régimen comunista. El grupo armado de su organización era el formado por los guerrilleros mujaheddin encabezados por Ahmed Shah Massud. Éste, a instancias de Rabbani, atacó Kabul, ciudad a la que puso cerco. Rabbani logró entrar en Kabul en abril de 1992 tras la caída del régimen comunista de Najibullah y el triunfo de las guerrillas islamistas de los mujaheddin (guerreros santos). El 28 de abril se proclamó el Estado Islámico en Afganistán, por lo que la ley islámica (Sharia) se convirtió en la ley fundamental en todo el país.
Junto con los otros líderes de los principales grupos islámicos fundó el Consejo Islámico Provisional (Sihad), que contaba con 51 miembros. La misión de este Consejo era la organización de un gobierno provisional, que debería asumir el control del poder en dos meses. Fue elegido presidente uno de los lideres mujaheddin, Sibg Hatullah Majaddedi. Sin embargo, su nombramiento contó con la oposición de los partidarios de Gulbuddin Hekmatyar, líder de los sunníes radicales, y de los líderes chiíes y sunníes wahhabíes.
Cuando el 28 de junio dimitió Majaddedi como presidente interino, Rabbani fue elegido presidente interino de Afganistán. Sin embargo, cinco grupos rebeldes se opusieron a su nombramiento y denunciaron al Consejo como no representativo. Rabbani logró llegar a un precario acuerdo político con Hekmatyar, quien consiguió que su lugarteniente, Ustad Abdul Sabur Farid, fuera nombrado primer ministro. El acuerdo se rompió pocos días después y las tropas de Hekmatyar comenzaron a bombardear Kabul. El presidente logró un alto el fuego el 30 de octubre de 1992.
Pero la situación política se fue agravando a causa de la dificultad de consensuar una Asamblea Constituyente, la cual debía elegir un presidente permanente y preparar unas futuras elecciones generales. Rabbani consiguió que la Asamblea Constituyente iniciase sus sesiones a finales de diciembre de 1992. Los 1.335 delegados reunidos eligieron a Rabbani, el único candidato presentado, como presidente de la nueva República Islámica de Afganistán por un período provisional de dieciocho meses.
A pesar de haber contado con el consenso de todas las fuerzas políticas no logró establecer la paz, ya que por todo el país continuaban los enfrentamientos entre las tropas de Hekmatyar y los hombres de Massud. Paralelamente también se enfrentaban entre si la guerrilla chiíta del Partido de la Unidad Islámica y las milicias uzbekas dirigidas por el general Dostam.
Las esperanzas de paz volvían a resurgir en marzo de 1993, cuando el presidente firmó un acuerdo de colaboración con Hekmatyar, en virtud del cual este fue nombrado primer ministro. Paralelamente permitió que Dostam, líder del Movimiento Nacional Islámico, tomara el control político y militar de la región de Mazar-i-Sharif, y Massud, apodado el León de Pamir, el nordeste del país; por su parte, los guerrilleros chiítas de Abdul Ali Mazari se asentaron en el noroeste, mientras que Hekmatyar fijaba su feudo en Chrasyab, situado a 25 kilómetros de Kabul. Sin embargo, Dostam y Massud se sintieron desplazados al no ser incluidos en el nuevo gobierno, por lo que atacaron las posiciones gubernamentales. Rabbani contraatacó en enero de 1994 con la ayuda de Hekmatyar y sus hombres.
Dio muestras de su moderación a toda la comunidad internacional cuando en noviembre de 1993 firmó en Egipto un acuerdo que tenía como fin frenar la expansión de los movimientos fundamentalistas islámicos del norte de África, que habían estado apoyados hasta entonces pro ciertos grupos radicales de mujaheddin afganas. Sus partidarios lograron que su mandato fuera prolongado por la Asamblea Suprema Tribal Nacional cuando este estaba a punto de acabar en junio de 1994 por un nuevo período de seis meses. Sin embargo, el mandato de Hekmatyar no fue prolongado, por lo que este lanzó sus tropas contra Rabbani. Este enfrentamiento llevó a la disgregación de la autoridad central, quedando Kabul dividida entre los diversos contendientes.
El presidente tuvo que hacer frente a mediados de 1994 al nacimiento de una nueva milicia integrista, los talibanes (estudiantes islámicos). Eran estudiantes de origen pasto que habían sido formados en escuelas coránicas paquistaníes. Esta nueva guerrilla lanzó una ofensiva contra Kabul. Aliados con Hekmatyar y Dostam, los talibanes arrebataron a Rabbani una de las principales ciudades del país, Herat. De esta forma el presidente, que seguía hablando en los comunicados oficiales de inexistentes victorias militares, quedó aislado al perder el control de la carretera que enlazaba Paquistán con Uzbekistán y Turkmenistán. Sus oponentes aprovecharon esta circunstancia para consolidar sus posiciones en el este del país.
Rabbani rechazaba las continuas presiones que recibía de la ONU y de la Organización de la Conferencia Islámica para que abandonara el poder. Sin embargo Rusia, Irán e India, que temían el triunfo de los talibanes, comenzaron a prestar apoyo militar y económico a Rabbani. En 1995 el régimen de Rabbani fue reconocido como el único gobierno afgano por la ONU, pero dentro de Afganistán el control del régimen se extendía tan sólo a Kabul y las áreas cercanas. Para tratar de frenar el avance talibán, el 7 de marzo de 1996 firmó un acuerdo de colaboración total con Hekmatyar, a quien nombró primer ministro.
En septiembre los talibanes conquistaron los suburbios de Kabul. El 27 de septiembre, cuando las tropas de los talibanes ocuparon Kabul, se vio obligado a huir al norte del país. Tras tomar los talibanes el 25 de mayo de 1997 las tres provincias del nordeste del país, Rabbani huyó a Irán. Se puso al frente del gobierno en el exilio, tratando de coordinar las diferentes facciones de la alianza contra los talibanes, a pesar de ello su gobierno era el único reconocido por la ONU como el legítimo poder en Afganistán.
Cinco años después de que los talibanes lo expulsaran de Kabul, Rabbani regresó a Afganistán a finales de 2001, arropado por las tropas de la Alianza del Norte, que habían tomado la capital días antes y obligado a los talibanes a replegarse en Kandahar. El 22 de diciembre de ese año transfirió el poder a Hamid Karzai, el líder pastún moderado elegido en la cumbre de Bonn para presidir el nuevo Gobierno provisional afgano.
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